domingo, 10 de octubre de 2010

El silencio nunca viene solo

Después de que caiga el día, cuando la noche está ya bien asentada, me encierro en mi habitación y reflexiono.

Silencio

Es entonces cuando mi cabeza se llena de recuerdos.

El silencio.

Es el silencio el que me hace parar y me recuerda lo que echo de menos.

El silencio trae imágenes que se clavan en mi cerebro y hacen que recuerde lo genial que ha sido este último año para mi.
Tengo imágenes de un concierto, de cervezas compartidas, de noches quemadas, de un paseo por la playa acompañado de una conversación interesante, del teatro, de despertarme acompañado, de vueltas por Augsburgo...

Y tras haber pasado todas esas imágenes por mi cabeza, el silencio vuelve a hacerme pensar

....

Y aunque esté triste, tras haber visualizado los momentos de este año, puedo acostarme con una sonrisa, con un pensamiento optimista, un pensamiento que me recuerda que ya queda menos, que en sólo unos días tendré nuevas imágenes que añadir a mi repertorio emocional, incluso puedo ver ya algunas. Sólo tengo que esperar un poco más...

Hoy me acuesto con una sonrisa, pronto será mañana.

2 comentarios: